El innovador método ha sido puesto en marcha por laboratorios de la Universidad de Murcia y la Jaime I. Las cataratas son la patología causante de la mitad de casos de ceguera en todo el mundo.
El proyecto se ha llevado a cabo gracias a una beca de 2,5 millones de euros. Se trata de unas lentes que intentan corregir la mala difusión de la luz que no es capaz de llegar correctamente a la retina.
El Laboratorio de Óptica de la Universidad de Murcia (LOUM), dirigido por el profesor Pablo Artal, ha desarrollado unas lentes que permiten ver a las personas aquejadas de cataratas sin necesidad de someterse a una intervención quirúrgica. Se trata, tal y como ha publicado la revista Óptica y recogido la plataforma Sinc, de un oftalmoscopio capaz de obtener imágenes de la retina a través de la opacidad del cristalino del ojo humano, que es lo que origina esta patología causante de la mitad de los casos de ceguera que se diagnostican en el mundo.
La investigación se ha realizado en colaboración con el grupo del profesor Jesús Lancis, de la Universidad Jaime I de Castellón, y forma parte del proyecto ‘SEECAT’, financiado por el Consejo Europeo de Investigación (ERC) con una beca Advanced Grant dotada con 2,5 millones de euros. «La pérdida de visión que producen las cataratas se origina porque los rayos de luz se dispersan al volverse lechoso el cristalino y la luz no llega correctamente a la retina.
El objetivo de nuestro proyecto SEECAT es desarrollar un dispositivo de corrección de esa difusión, de la misma forma que se emplean lentes para corregir la miopía o el astigmatismo, y la posibilidad de evitar el quirófano para algunos pacientes», ha explicado Artal. Un primer paso, prosigue, para lograr ese objetivo era desarrollar un oftalmoscopio que viese la retina a través del cristalino opaco.
Los resultados preliminares que han realizado en más de una decena de ojos humanos confirman que, por primera vez, se es capaz de obtener imágenes de la retina a través de cristalinos severamente opacificados. La solución técnica que han ideado los investigadores se fundamenta en el uso de una cámara de un único píxel. «Las cámaras convencionales forman las imágenes del entorno sobre un sensor de dos dimensiones con millones de píxeles.
En nuestro caso, hemos sustituido esto por un único píxel; y para obtener la información de la imagen recurrimos a un ‘truco’ que consiste en registrar muy rápidamente los valores de la intensidad de la luz que llega a este píxel cuando se proyectan sobre la imagen diferentes patrones que codifican la imagen», ha detallado el primer autor del trabajo, Benjamin Lochocki.
Fuente.20min