Macron denuncia el separatismo musulmán

Emmanuel Macron, presidente de Francia, afirmó el pasado viernes que su país no admitirá “ninguna aventura separatista”.
Las declaraciones las ofreció desde el monumento nacional Panteón, en el que reposan los restos de los ilustres, durante la conmemoración del 150 aniversario de la fundación de la III República, y la restauración del orden republicano.
“No habrá nunca, en Francia, un puesto para quienes, en nombre de su dios, con la ayuda de potencias extranjeras, en algunos casos, intentan imponer la ley de un grupo”, aseguró el mandatario francés ante el rumor de un posible movimiento separatista a manos de grupos musulmanes en ese país.
Macron no solo negó la posibilidad de un movimiento separatista en el país europeo, sino que además expresó que la amenaza de una posible separación ha llegado a convertirse en una “amenaza nacional”.
La amenaza que denuncia Macron, se presenta como consecuencia del crecimiento de la población musulmana en Francia, que considera que las leyes islámicas están por encima de las leyes emanadas por los entes gubernamentales.
Si bien en estadísticas sobre la religión de los ciudadanos, se cree que de los 67 millones de habitantes que tienen el país, entre 5 y 6 son musulmanes, aunque las prácticas religiosas de estos sea variada.
De acuerdo un estudio realizado por la Fundación «Jean Jaurès», la mitad de los franceses de confesión musulmana consideran “superior” las leyes religiosas, con respecto a las leyes de la República.
Esta cifra ha presentado un incremento considerable del islamismo en Francia, con respecto a los últimos cinco años, en los que solo entre el 25 y el 30% de los musulmanes franceses tenían arraigada dicha creencia.
Claves del movimiento separatista islam en Francia
Si bien hasta el momento no se ha desvelado ningún movimiento oficial que inste a iniciar una revuelta separatista en Francia, hay motivos que mantienen en alerta a las autoridades.
La primera razón por la que se denuncia el movimiento separatista musulmán, está basado en el hecho de que los practicantes crean que es más importante la ley religiosa, poniéndola por encima de las leyes gubernamentales.
Se trata de una acción que podría acarrear en la disolución de los entes del Estado, vale destacar que el crecimiento de dichas creencias ha tenido un crecimiento significativo en los últimos años, y podría seguir aumentando.
Macron lleva más de un año denunciando la posibilidad de una revuelta que incluya como objetivo principal la separación musulmana, y aunque en sus discursos no ha mencionado abiertamente que se trate de las creencias islámicas, si ha denunciado abiertamente que su preocupación tiene como basamento el crecimiento de grupos religiosos que puedan estar apoyados por otros países.
Medidas preventivas
Emmanuel Macron no se ha quedado en aseveraciones, al contrario. Recientemente se dio a conocer que el gobierno francés está preparando una Ley, que permita dar un paso adelante.
Gérald Darmanin, ministro del Interior, es el encargado de dicha Ley, la cual tiene como objetivo batallar de manera jurídica y legal en contra de cualquier movimiento religioso con fines separatistas.
La Ley se encuentra en discusión ante la Asamblea Nacional, más se estima que su aprobación ocurra en el último trimestre de este año, o más tardar, en los primeros meses del año 2021.
Acciones de Macron contra el separatismo en el último año
La puesta en marcha de una Ley en contra de los movimientos separatistas son solo la punta del iceberg.
En octubre del 2019, el presidente francés visitó, en compañía del ministro del Interior, a representantes musulmanes para defender las prácticas laicas.
Macron solicitó a los representantes musulmanes su ayuda, para combatir el comunitarismo, o las intenciones separatistas de algunos grupos.
Para ese momento se plantearon una serie de estrategias, en las que se prohibían algunas prácticas religiosas, además de la suspensión de asociaciones que pudiesen representar un peligro para la nación.
Un vertiginoso de la población musulmana con creencias religiosas por encima de las leyes del Estado, ya estaban haciéndose notorias, por lo que el presidente de Francia estaba buscando medidas que le permitieran no solo detectar, sino neutralizar grupos radicales que incitaran a las acciones separatistas.
La lucha de Macron en contra de movimientos separatistas en Francia, llevó a tomar decisiones radicales, cuando en febrero de este año, hizo público su decisión de eliminar a los profesores de árabe y turco.
La decisión de eliminar las clases de los mencionados idiomas estaría afectando por lo menos a 80.000 alumnos, de los cuales cerca de 2.000 estudian turco en Mulhouse, lugar desde donde emitió las declaraciones, y en donde se construye una mezquita financiada por una ONG de Qatar.
Macron llegó a concretar una serie de convenios con los países de Marruecos y Argelia, con respecto a la enseñanza de los idiomas.
Sin embargo, con Turquía no ocurrió lo mismo, al contrario, el primer mandatario francés fue cortante al expresar que la ley de Turquía no se aplicaría en su país.
Como parte das declaraciones que emitió en ese momento, Macron afirmó que «el separatismo islamista es incompatible con la libertad y la igualdad, incompatible con indivisibilidad de la República y la unidad de la nación».