La UE condena la actuación de Rusia en la guerra siria
Los Veintiocho desbloquean el acuerdo de asociación con Ucrania que irrita a Moscú.
Europa culpa a Rusia del drama en Alepo, especialmente de los bombardeos sobre hospitales y civiles. La crisis siria y la intervención rusa han ocupado este jueves parte de la cumbre que celebraron los gobernantes europeos en Bruselas. Se adoptaron dos decisiones que incomodan a Rusia, sin penalizarla directamente por su apoyo al régimen de Damasco: la renovación de las sanciones a Moscú por Ucrania y el desbloqueo del pacto de asociación de la UE con Kiev.
La Unión Europea ha pasado buena parte de la crisis siria intentando influir, pero sin participar en ninguna de las vías diplomáticas que se han ensayado para resolverla. Con el único reducto de insurgencia en Alepo ya eliminado, los líderes europeos abogaban anoche por reclamar el alto el fuego completo en la que fue la segunda ciudad siria. También que los contendientes no empleen a los civiles como escudos humanos. El presidente francés, François Hollande, destacó la “especial responsabilidad de Rusia” en la “destrucción de un pueblo”.
Pero Europa se resiste a hacer mucho más que condenar las acciones rusas e iraníes en la guerra, aunque contemplan “todas las opciones posibles”, según discutieron anoche los jefes de Estado y de Gobierno en una cumbre. Francia y Alemania instaron a evacuar, bajo la supervisión de la ONU, a todos los civiles que quedan en el este de la ciudad siria y a proteger a los médicos. “Hemos podido hacer menos que lo que desearíamos”, admitió la canciller alemana, Angela Merkel.
Como gesto político, los líderes de la UE arrancaron la cumbre recibiendo a un representante de Alepo —el presidente de los barrios rebeldes del este, Brita Hagi Hasan—, que reprochó a los líderes su falta de acción. “Los 50.000 ciudadanos del Este de Alepo solo esperan morir después del fracaso de la comunidad internacional”, lamentó.
Ante el riesgo de volver a ofrecer en bandeja a Rusia una decisión favorable a sus intereses, el primer ministro holandés, Mark Rutte, pactó con sus socios un remiendo al acuerdo de asociación con Ucrania que permitirá al Gobierno holandés ratificarlo pese a que sus ciudadanos lo rechazaron en referéndum. “No alcanzar el acuerdo sería el mayor regalo que podríamos dar a Vladímir Putin”, expresó gráficamente Rutte. El añadido al texto anterior descarta situaciones que en ningún caso se desprendían del pacto original: que la UE no tendrá que dar asistencia militar a Ucrania, que el marco de asociación no implica perspectivas de adhesión y que sus ciudadanos no tendrán derecho a residir en territorio comunitario.
Además, el relato que hicieron Hollande y la canciller alemana, Angela Merkel, sobre los incumplimientos de los acuerdos de Minsk —que permitieron alcanzar una paz frágil en el Este de Ucrania— llevó a los líderes a ratificar una decisión que ya tenían prevista. Se trata de prolongar otros seis meses las sanciones económicas que Bruselas aplica a Moscú desde el verano de 2014. El procedimiento para renovarlas estará listo antes de Navidad.
Los líderes ensayaron en esta cumbre un formato que probablemente se generalice a medida que avance la negociación del Brexit. Tras las reuniones formales, los socios europeos despidieron a la primera ministra británica, Theresa May, y mantuvieron un breve encuentro de 20 minutos para organizarse en el proceso de divorcio.
Fuente.ElPais