La tensión entre Grecia y Turquía prende alarmas en el mediterráneo

La disputa de la frontera marítima es la causa de tensión entre Grecia y Turquía, lo cual prende alarmas en el mediterráneo. Son dos paísesque desde la década de los setentamantienen relaciones tensas, y en dos oportunidades han estado a pocos pasos de un enfrentamiento militar.
Grecia por su parte cuenta con el apoyo de Egipto, Israel y los Emiratos Árabes Unidos. Mientras que Turquía se encuentra sin apoyo de grandes potencias, por no compartir normas y regulaciones contempladas en los convenios internacionales de derechos sobres aguas marítimas, Turquía se mantiene sin firmar ninguno de ellos.
Pero el hecho es que hay islas de territorio griego, muy cercas de la península de Anatolia que no tienen jurisdicción en la plataforma continental turca.
Sin Embargo, la delimitación contemplada en los acuerdos internacionales, impide a Turquía el acceso a recursos de Ankara por pertenecer a la plataforma continental griega.
Alarmas en el mediterráneo
Atenas está dispuesta y así lo ha demostrado durante esta semana, a evitar que aumenten las provocaciones por parte de Turquía. No obstante, el presidente Recep Tayyip Erdogan indica que está dispuesto a negociar solo si Turquía mantiene su soberanía y por supuesto continua con las exploraciones de gas.
Las exploraciones de gas que se realizan en el mar mediterráneo mantienen la tensión ahora agravada por la disputa de la frontera marina. Y hay muestras de ambos lados que en cualquier momento la tensión aumente, y se desencadene una situación peor entre los dos países.
Grecia por su parte acaba de recibir nueve cazas de parte de Los EAU para realizar maniobras militares. Asimismo, en una zona muy cercana a Grecia y Chipre, barcos y aviones franceses se encuentran realizando maniobras militares. Mientras que Turquía también realiza maniobras militares.
Ambos países se cuidan y mantienen precaución, sin embargo, las provocaciones pueden surgir en cualquier momento y pasar los límites de la tolerancia en cualquiera por los dos bandos.
Cabe destacar que el mar Mediterráneo es considerado por occidente Mare Nostrum, de los romanos. Y Reino Unido y Francia, supervisados por Estados Unidos son los que toman las decisiones de lo que debe hacerse en él. Algo que por supuesto no tolera y cuestiona Turquía.
En el tratado de Lausana de 1923 se delimitaron fronteras a Turquía, impuestas por los vencedores en la Primera Guerra Mundial. Un tratado que rechaza Erdogan, pues no considera justo que Turquía no tenga jurisdicción sobre el mar que rodea islas que se encuentran muy cerca de sus costas, y seguirá luchando por obtener este derecho.
Mientras que Grecia y el Occidente si consideran y se acogen al derecho internacional. Al igual que otros países enemigos de Turquía.
Inclusive Israel que actualmente explota y extrae gas de un gasoducto que se dirige a Europa, en una zona de disputa del Líbano, en aguas que reclama AnKara.
Las leyes y tratados internacionales pueden cambiar
Es un hecho que los acuerdos internacionales se pueden modificar, y con relación a esto hay varios ejemplos. Algo que espera Erdogan pase con el Tratado de Lausana de 1923.
Ya que los tratados y fundamentos acordados después de las dos guerras mundiales ya no son viables en varios países, y han quedado obsoletos.
En el Mar Egeo específicamente, las consideraciones en su gran parte son económicas. Grandes compañías petroleras tienen su interés puesto en los posibles yacimientos del mediterráneo.
En este sentido, Francia e Italia ya está participando en proyectos de exploración y explotación en Grecia, así como en Chipre y Egipto.
Las potenciales riquezas del gas del Mar Mediterráneo oriental es la principal razón de la disputa, yalgunos países apoyan y favorecen a Grecia.
Por lo que Turquía afirma y asegura que las potencias occidentales se aprovechan y hacen uso de esos tratados internacionales para controlar en forma estratégica las acciones que se llevan a cabo en el Mar mediterráneo.
Asimismo, considera que las potencias occidentales no están interesadas en que haya cambios, permanecer como están los beneficia.
Por otra parte, Estadios Unidos se mantiene en una posición neutral, a pesar de que mantiene tropas en el Mediterráneo Oriental. Sin embargo, no les conviene que Turquía estreche relaciones con Rusia.
Mientras que la Unión Europea las estrategias están divididas. Hay países como Francia, Grecia y Chipre, que comparten la idea de ser lo más duros posible con Turquía.
No obstante, hay países como Alemania, España e Italia que consideran que es más conveniente llegar a un acuerdo a través del diálogo, sin necesidad de extralimitarse en acciones.