La guerra que desangró a Ucrania

La Guerra del Donbás o Guerra en el este de Ucrania fue una serie enfrentamientos armados que ocurrieron en el este del país a partir del 12 de abril de 2014. Fue una guerra que desangró a Ucrania al igual que en 1941, ya que las protestas eran más graves a medida que se las posiciones políticas eran más radicales.
El conflicto inicia desde 2013 cuando las protestas se hicieron ver a raíz de los escándalos de corrupción del gobierno de Ucrania. Asimismo, se protestó porque Mikola Azárov se negó a firmar el acuerdo de asociación de ucrania con la Unión Europea.
Así, en febrero de 2014 cae el gobierno de Víktor Yanukóvich y este sale exiliado de Rusia, sin embargo, las regiones del este de Ucrania fronterizas con Rusia, decidieron que continuarían con un gobierno prorruso.
Lo que trajo consecuencias graves y enfrentamientos violentos y armados entre europeístas, prorrusos y separatistas.
La sede gubernamental de Donétsk, estaba ocupada por separatistas prorrusos, quienes construyeron barricadas de alambres alrededor. Enmascarados y armados de palos, bates y pedazos de tubos amenazaban, y atacaban a los que se acercaban al edificio.
Se hicieron diferentes manifestaciones en la Plaza Lenin, algunas a favor del Maidán y otras en contra, la opinión política estaba completamente dividida.
Los dos bandos ondeaban cada noche sus banderas rusas y ucranianas, y los grupos se mantenían distantes por una cadena de policías que formaban un muro antidisturbios.
Sin embargo, esto no les impedía lanzarse piedras, explosivos y huevos entre ellos. Los cuales pasaban sobre la barrera formada por oficiales. Unos exclamaban paz y otros violencia, era una verdadera guerra entre bandos.
Se desalojó a los que se encontraban en el edificio de Jarkiv, no obstante, se mantenían atrincherados los separatistas de Luhánsk y Donétsk, los que se hacían llamar “gobierno del pueblo”. Por su parte, Kyiv estaba decidido a recuperar la sede y desplegó una operación antiterrorista.
Durante el conflicto, el gobierno interino de Ucrania, recibió el apoyo de la UE. En mayo del 2014, iniciaron fuertes combates en el aeropuerto Internacional de Donetsk, que duró varios meses y en agosto Yuri Chaika fiscal general de Rusia de la época, calificó el conflicto armado en Ucrania como el “genocidio del pueblo ucraniano”.
Los alemanes nuevamente se apoderaban de Kyiv y Ucrania estaba en emergencia. En esta oportunidad a través de un golpe de estado.
En 1941 la población no pudo resistir
Los alemanes eran recibidos por miles de ciudadanos ucranianos, pensando que serían su salvación, y que tendrían mejores condiciones de vida. Sin embargo, a estos alemanes invasores del este de Ucrania, no les importaba la población ni querían ganarse su respeto, su objetivo era esclavizarlos.
Querían convertirse en terratenientes y tener a la población local cautivos como sus esclavos. Al llegar a Ucrania acabaron con los ciudadanos de religión judía.
Del mismo moso, los engañaban prometiéndoles enviarlos a Palestina y eliminaban a familias enteras en las afueras de la ciudad.
Así en solo dos días, en Babi Yar, cerca de Kyiv, los alemanes asesinaron a 33.761 judíos. La población ucraniana huyó hacia el campo pues el hambre y la agresión estaban acabando con millones de ellos.
Mientras que alemanes oprimían y con despotismo aprovecharon el sistema de granjas contra la población, quien fue usada como mano de obra. Así entre 1942 y 1943, fueron enviados a trabajar en las mansiones de los nuevos aristócratas alemanes y fábricas del Tercer Reich.
Alrededor de dos millones de ucranianos fueron humillados y usados, y los prisioneros de guerra débiles por hambre y abuso eran ejecutados por “inservibles”. Los que sobrevivían a las largas caminatas los abandonaron en campos de concentración a la intemperie. Donde sobrevivió 1 de 3, de los 3,5 millones de ucranianos capturados.
Luego los alemanes se fueron a la Unión Soviética y mataron alrededor de 150 mil soldados en la primera semana de invasión. Pero Hitler, para adelantarse a Stalin, mandó a las tropas sin ropa de invierno. Deberían tomar Moscú y capturar las minas de Donbás.
La Wehrmacht contabilizó antes de finalizar el año, alrededor de cien mil soldados congelados y quince mil amputados por el frío. Así como la pérdida de metralletas, Jeeps, tanques y baterías. La nieve y el frío les impidieron avanzar y les imposibilitaba por completo cavar trincheras para resguardarse.
Lo que permitió a los regimientos siberianos iniciar el contraataque. Fueron llamados para defender a Moscú, perfectamente ataviados con ropa y armamento resistentes al frío.
Asimismo, el verano fue ardiente y seguido del deshielo en primavera y el otoño con fuertes lluvias, inutilizaron las carreteras y el trasporte, deteniendo a las tropas invasoras.
Las aguas estaban envenenadas por los pobladores que huyeron, y la situación se puso difícil para los alemanes. Stalin dio la orden de luchar hasta morir y el que abandonara el puesto era fusilado.
En 1943 después de 5 meses de ardua lucha, las calles de Stalingrado estaban cubiertas por más de un millón de cadáveres y solo sobrevivieron alrededor de 90.000 alemanes. Sin embargo, murió más de la mitad semanas después, por disentería, tifus y por rusos que se vengaban contra ellos.
En 1944, al ser expulsados los invasores, Ucrania tenía 7 millones de habitantes menos que al iniciar la guerra. Había sido completamente desangrada. En las calles se veían escenas atroces de niños jugando pelota con los cráneos de los alemanes.