España pierde presidencia del Eurogrupo
El pasado jueves 9 de julio 2020, España pierde la presidencia del Eurogrupo. Efectivamente el gobierno español, tiene un traspié en su objetivo de obtener la tan ambicionada presidencia del Eurogrupo. El nuevo presidente resultó es el ministro de Finanzas de Irlanda Paschal Donohoe.
La candidata española Nadia Calviño, fue derrotada en la última ronda a pesar de contar con el apoyo de Angela Merkel y Enmanuel Macron. A pesar del despliegue diplomático de España, la vicepresidenta española resulto derrotada. De nada valieron el currículo en asuntos comunitarios, ni el respaldo de Alemania y Francia.
La rebelión de los pequeños
A pesar de contar con el respaldo de los grandes países, que representan más del 80% del PIB de la zona Euro, Calviño es derrotada. Durante la primera ronda la española obtuvo nueve de los diez votos necesarios. Según fuentes, contaban con el respaldo de Alemania, también Malta, Portugal, Italia, Finlandia. Asimismo, Grecia, Chipre, Francia, habrían expresado su apoyo.
Después de la primera ronda, el candidato de Luxemburgo Pierre Gramegna, declinó en sus aspiraciones. Este retiro abría la posibilidad de que Calviño consiguiera el décimo voto, de algún país que hubiese apoyado a Luxemburgo. En algún momento dieron por hecho el voto de Lituania.
Sin embargo, los pequeños países se rebelaron contra los grandes. Demostrándole que la opinión de los pequeños también cuenta. En definitiva, el socialismo europeo, es derrotado en el Eurogrupo. A pesar de que el voto es secreto, se sabe que países como Austria y los países del Este que pertenecen al Partido Popular Europeo PPE, apoyaron a Donohoe.
De igual manera algunos observadores sospechan que Bélgica y los Países Bajos, que apoyaban al luxemburgués Pierre Gramegna, pueden haber respaldado al irlandés. En definitiva, esta elección ha demostrado que en el Eurogrupo, la mayoría de países está lejos de la posición de Alemania, Francia y España.
La nueva política fiscal para el Eurogrupo
Al inicio de la Pandemia los ministros de Economía y Finanzas de la UE habían aprobado libertades fiscales para sus miembros. Es decir, se permitió que estados miembros pudiesen temporalmente desviarse de los objetivos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Y así amortiguar las consecuencias económicas de la Covid-19.
En marzo, el presidente del Eurogrupo, el portugués Mario Centeno habría asegurado, que las reglas fiscales así lo permitían. Ya para esa fecha se estimaban pérdidas superiores a los 7.000 millones de euros. Tanto el Eurogrupo como el G7, alertaban de una posible recesión, de alargarse la crisis del coronavirus.
En este orden de ideas, la agencia de calificación S&P ha cuantificado el impacto de la Covid. Efectivamente S&P estima factible que el PIB de la zona euro registre una contracción en el primer trimestre de 2020. Según esta firma el crecimiento será solo del 0,5%. En comparación con el 1% estimado por ellos en diciembre 2019.
Indudablemente, la crisis económica generada por la pandemia del Covid19, requerirá de agresivas políticas para lograr la recuperación. Es un hecho que en primera instancia el nuevo presidente del Eurogrupo Paschal Donohoe, deberá coordinar un plan de reconstrucción para Europa.
De hecho, en la rueda de prensa posterior a su elección, Donohoe ofreció construir los consensos necesarios. Efectivamente indico el irlandés, su intención de poner su mejor esfuerzo, en que el Eurogrupo tenga un rol decisivo en el fondo de recuperación. Sin embargo, las divergencias entre el Norte y Sur de Europa, nuevamente se ponen de manifiesto.
Estas grandes brechas entre Norte y Sur, que dividen al Eurogrupo, se han agravado durante la crisis derivada del Covid. Enfrentamientos marcados entre los países socialistas, liberales y populares, específicamente en temas como el Fiscal y la Integración europea.
Aparentemente, es más fácil lograr un consenso en lo referente al plan de recuperación. Los países han manifestado la necesidad de lograr acuerdos en este sentido. En el entendido de que ninguno logrará la recuperación a modo propio. Por lo que se requiere una respuesta firme y unánime, para paliar la crisis económica, generada por la epidemia.
Sin embargo, a medida que se active el plan de recuperación, la discusión sobre la política fiscal del Eurogrupo ira acrecentando. Desde ya se habla de cuándo y cómo se volverá a activar las normas fiscales, suspendidas al inicio de la pandemia. Indudablemente que el triunfo de Donohoe, implica que se producirán cambios en la política fiscal del Eurogrupo.
En este sentido es conveniente entender, que Donohoe defiende un Impuesto de Sociedades del 12,5%. También es un hecho que en varias ocasiones ha rechazado una tasa europea a las grandes tecnológicas. Razón por la cual el irlandés no es bien visto por Alemania, Francia, España e Italia