Está empeorando la represión de asociaciones cívicas y de grupos no gubernamentales en Burundi, donde han estallado hechos de violencia a raíz del inicio de un controversial tercer período presidencial, afirmaron el lunes expertos de las Naciones Unidas.
La situación causada por las medidas del presidente Pierre Nkurunziza «es alarmante en vista de la situación global de los defensores de los derechos humanos en el país», dijo la ONU en un comunicado desde Ginebra.
Varios grupos han sido declarados ilegales y la asamblea nacional aprobó una ley que obliga a las ONGs a recibir permiso del ministro del interior para toda actividad, y a transferir fondos de origen extranjero mediante el banco central.
La ONU dijo que muchos activistas han tenido que huir de Burundi, y que los que quedan en el país han sido víctimas de intimidación, detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones.